Al intentar arrendar tu departamento es probable que te pregunten por los espacios comunes del edificio, si hay un conserje 24 horas o cuánto se paga mensualmente por gastos comunes. Es por eso que en la administración de propiedades es muy útil entender qué es la copropiedad.
La copropiedad es, en palabras simples, la forma en que se manejan propiedades que son compartidas. Sí, sabemos que tu departamento de inversión es 100% tuyo, pero ¿y los ascensores, los pasillos, los espacios comunes, las plantas? Todo eso es compartido y se regula -en Chile- por la ley de copropiedad.
¿Cómo puedo saber si mi departamento está en copropiedad? Hay una pregunta que podrá aclarar esto en la gran mayoría de los casos:
¿Todo el edificio en que está tu departamento es tuyo? Si hay más propietarios en el inmueble, estás en copropiedad.
¿Qué implica la copropiedad?
Apuntando sólo a los efectos concretos, que un edificio esté en copropiedad significa que si hay que tomar decisiones o ejecutar trabajos, la forma en que ellas se definen y acuerdan está regulado por la ley.
Como hemos revisado en otros artículos, la Ley de Copropiedad impone a los copropietarios un orden claro: deben reunirse en asambleas, formar un comité y encargar la gestión de los asuntos del edificio a un administrador.
Esos tres niveles (asamblea, comité, administrador) permiten resolver prácticamente todas las situaciones que se dan en el edificio y dar respuesta a las solicitudes de quienes viven en él.
¿Cómo participar de la asamblea de copropiedad o del comité?
La participación de la asamblea de copropietarios está asegurada para todos los copropietarios, sus cónyuges y/o sus representantes legales para ese fin.
Integrar el comité, por otro lado, es un paso más allá.
Para ser parte de ese espacio deberás contar con la aprobación del resto de los copropietarios. Además, en asamblea se pueden remover miembros del comité si la comunidad percibe que han hecho un mal trabajo.
Finalmente, el administrador es quien está encargado de hacer que el edificio funcione: que los ascensores sean seguros, la sala de máquinas tenga mantenciones al día, los extintores estén en sus lugares respectivos, se cuente con un equipo necesario, el gasto en insumos, etcétera.
¡Esperamos que este artículo haya resuelto tus dudas!
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