Una de las mayores preocupaciones de quienes administran sus propiedades es que “les toque un mal arrendatario”: una persona que no pague, que tenga conflictos con sus vecinos o que incluso quiera adueñarse de la propiedad.
La respuesta es simple: porque te ahorrará trabajo, tiempo y dinero.
Saber que tu departamento está en manos de una persona responsable, que paga puntualmente y que lo mantiene en buenas condiciones e te evitará discusiones y tiempo destinado a pedirle que pague sus cuentas o gastos inesperados.
Hay tres características clave de un buen arrendatario y todas se ligan al cumplimiento del contrato:
Algunos consejos para ayudarte a definir quién será tu próximo arrendatario son:
La gerenta de Ventas de Assetplan, Mary Santibáñez, explica la importancia de estas exigencias: “los resguardos que se toman para seleccionar a un arrendatario se diferencian a las que haría cualquier casa comercial porque yo estoy dejando en manos del arrendatario la inversión de un cliente”.
La idea es que tú también apliques criterios exigentes para así evitar problemas con tu inversión.
Dos de los criterios financieros más comunes son los siguientes:
No basta con pedir a,b,c y d documentos para echarles un vistazo y luego guardarlos en alguna parte.
Siempre chequea que los documentos que te entregan otras personas sean fidedignos. En Assetplan somos expertos detectando personas que intentan arrendar mostrando documentos falsos.
“(Es importante) el filtro, fijarse en determinadas cosas. Siempre podrás hacerlo de manera individual, pero los clientes buscan empresas como nosotros porque nos fijamos y tenemos ojo clínico para que un papel no sea falso, que no estén adulterando la documentación”, describe Mary Santibañez.
Dos tips que te pueden servir:
Ya tienes algunas herramientas para decidir qué arrendatario se acomoda más a lo que buscas.
Todo lo anterior es inútil -sí, inútil- si no tienes interesados en lo que ofreces. Para eso, van algunos puntos relevantes:
¡Mucha suerte en tu selección!