Constantemente nos preguntan qué impuestos hay que pagar en el mercado inmobiliario a la hora de comprar, vender o arrendar propiedades y por eso hoy les traemos una guía referencial.
Sí, referencial, porque los impuestos pueden ir cambiando en el tiempo.
Para empezar es importante diferenciar los impuestos según la etapa en la que te encuentres. Te recomendamos estar atento a los impuestos en dos momentos clave: al comprar o vender una propiedad o al obtener ganancias por ella a través de arriendo.
Impuestos en la compra o venta de propiedades:
En Chile la compra de propiedades no paga Impuesto al Valor Agregado o IVA a menos de que se trate de vendedores habituales, es decir, que frecuentemente hacen este tipo de ventas. Por lo mismo, las compras directas a la inmobiliaria suelen pagar IVA ya que ellas sí califican como vendedores habituales.
La compra de propiedades usadas, en general, no paga IVA, pero esto siempre hay que revisarlo caso a caso.
Otro tema es que al vender una propiedad a un mayor precio del que se compró, existe una ganancia y por ende debes revisar si debes pagar impuestos por esa plata extra.
Hay varios elementos que influyen en esto: el valor del bien raíz, la nacionalidad del vendedor, el año en que se compró, el tiempo entre la compra y venta, etc.
Luego existen impuestos asociados a trámites en el rubro inmobiliario, por ejemplo, el de Timbres y Estampillas. Se paga a la hora de hacer el papeleo de la propiedad y la inscripción en el Conservador de Bienes Raíces. Algunas propiedades, por sus características, conllevan un impuesto menor.
En esta etapa hay una exención tributaria muy conocida a la que se alude como “DFL2”. La vamos a explicar más adelante.
El arriendo de tu bien raíz
La plata que recibas por el arriendo de tu propiedad está sujeta al impuesto a la renta a menos de que cuentes con una propiedad tipo “DFL2". Paciencia, te vamos a explicar qué es eso en unos momentos.
Otro impuesto al que debes ponerle ojo es el IVA. Si tu propiedad se arrienda amoblada, está afecta al IVA.
Ahora sí, atención a las exenciones tributarias:
La más conocida en el ámbito inmobiliario es la famosa DFL2 y rige para las propiedades de menos de 140 metros cuadrados útiles.
Sus principales beneficios son la exención del impuesto a la renta y la exención del impuesto a la herencia. También permite disminuir el pago del impuesto de Timbres y Estampillas.
Recuerda que cada caso es particular y debes analizarlo con sus características específicas.