En este artículo queremos repasar cuatro puntos clave que debes saber antes de dar el paso de invertir en el mercado inmobiliario.
Lo primero es tener claridad tanto sobre tu capacidad de endeudamiento como de tu perfil de inversionista para poder controlar las expectativas sobre tu inversión.
Conocer tu nivel de endeudamiento es saber cuál es la cantidad de plata máxima a la que puedes acceder en deuda sin poner en riesgo tu integridad financiera. Y, por lo general, existe consenso sobre que no debiese sobrepasar entre un 35% y 40% de tus ingresos netos mensuales, es decir la plata que te queda después de cumplir con todas tus obligaciones fijas.
Tu perfil de inversionista tiene que ver con cuánto riesgo estás dispuesto a tolerar. Se refiere a las características de una persona que guían la manera en la que debiera tomar sus decisiones de inversión. Se suelen clasificar en cuatro: conservador, moderado, balanceado y arriesgado. Si no sabes cuál es el tuyo, en internet hay miles de test gratis que puedes tomar, incluyendo el de la Comisión para el Mercado Financiero.
Lo segundo es entender los conceptos y elementos que influyen en un crédito hipotecario y en la plusvalía de una propiedad. Por ejemplo: qué tipo de tasa de interés te conviene tomar, dado que hay tres: fija, variable y mixta; el plazo al que tomarás el préstamo, cómo fluctúa el valor de la UF y cómo esto influye el costo de tu crédito, etcétera.
Lo tercero es entender los elementos que pueden disminuir o aumentar el valor del arriendo de una propiedad o de la eventual venta de un activo inmobiliario.
Algunas variables relevantes para ambos cálculos son:
Cuarto y no menos importante, es clave que conozcas aspectos prácticos:
También debes tener claro que existe el riesgo de vacancia y evaluar cómo podrías enfrentarlo.
En fin, cada uno de estos puntos requiere de estudio y por eso la recomendación es siempre asesorarte por expertos que te guiarán y orientarán de acuerdo con tus objetivos y tu perfil.