Mucho se habla sobre cuánto varían los precios de los arriendos. Los vaivenes de la economía tienen efecto en las rentas y en los bolsillos de prácticamente todos los ciudadanos. Hablemos sobre reajuste de arriendo y qué se puede (o no) hacer en ese ámbito.
Primero lo primero: la ley establece que el contrato de arrendamiento manda. Un propietario no puede subir el precio de renta de su unidad si el contrato que firmó con su contraparte no establece esa posibilidad.
Entonces, ¿cuándo o cada cuánto puedo realizar un reajuste de arriendo?
Todos los aspectos financieros de un contrato de arrendamiento deben ser parte del contrato de arriendo. Es un documento que permite a las contrapartes defenderse en caso de que la otra cometa faltas. El reajuste de arriendo es parte de esto.
Si tanto propietario como arrendatario acordaron en el contrato una forma de reajuste, con su plazo claramente establecido, entonces se puede reajustar el precio de arriendo de acuerdo a lo planteado en el contrato y en los montos que indique el mismo documento legal.
Algunas de las periodicidades de ajuste más comunes son aquellas cada tres, seis o doce meses.
Si el contrato de arrendamiento no establece reajuste, entonces hay que esperar al vencimiento del mismo y a la instancia de conversación o negociación para renovar el documento.
La ley es clara: el contrato busca dar a los propietarios y arrendatarios un "marco de acción" y evitar que cualquiera de las dos partes adopte conductas o acciones que violen dichas normativas.
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