Llegó ese momento tan esperado.
Fue difícil encontrar inquilinos para tu departamento, pero ahora que los conseguiste te enfrentas a un nuevo dilema: ¿cómo hacer un contrato de arriendo simple y útil?
Antes de enseñarte paso a paso cómo hacer este documento queremos asegurarnos de que efectivamente lo hagas. Puede ser tentador hacer un acuerdo de palabra, pero hay una gran cantidad de situaciones que pueden ser muchísimo más simples con un texto escrito y definiciones claras desde el principio.
¿Quieres saber por qué es tan importante usar un contrato de arriendo? Te invitamos a revisar esta nota.
Ya. Primero lo primero.
Para hacer algo bien es importantísimo saber qué es y qué elementos tiene.
Un contrato (a secas) es:
(Definición de diccionario)
“Un acuerdo, generalmente escrito, por el que dos o más partes se comprometen recíprocamente a respetar y cumplir una serie de condiciones”.
En simple
Un acuerdo escrito con las condiciones que aceptan dos o más personas.
Y un contrato de arrendamiento es:
(Definición del diccionario)
“Un contrato por el cual una persona usa o disfruta temporalmente de un bien a cambio del pago de un precio o la prestación de un servicio a su dueño”.
En simple
Un acuerdo escrito en que una persona se compromete a usar temporalmente una propiedad, producto o servicio a cambio de un pago a quien se lo provee.
Con estas definiciones ya podemos enumerar lo que sí o sí debes incluir en el contrato:
A estos puntos se pueden agregar más: el inventario de los objetos que hay en el departamento, la forma de pago, si hay un reajuste del precio de arriendo, los plazos para dejar el lugar, etc.
Sabemos que es amplio decir “tienes que poner el pago en el contrato de arriendo simple” y listo, por eso vamos a revisar rápidamente cómo puedes abordar cada elemento.
El contrato debe individualizar claramente al propietario del bien raíz y al arrendatario. En otras palabras, hay que decir quiénes son y dónde encontrarlos. Para eso te recomendamos incluir:
Antes de seguir queremos recordarte algo. Es común confundir arrendatario con arrendador. Por eso te recomendamos revisar sus definiciones antes de llevar lápiz (o impresora) al papel.
Aquí podemos ahorrarnos un poco de trabajo, después de todo la propiedad no va a escapar… siempre será fácil de ubicar. Sí, chiste inmobiliario.
Los datos clave aquí son la dirección y características básicas. Que no se te olvide detallar si el arriendo incluye también un estacionamiento o una bodega.
Este arriendo del que estamos hablando: ¿va a ser por un tiempo ya definido?, ¿quieres que se renueve fácilmente?, ¿quieres que se renueve automáticamente?
Para gustos, colores, y existen distintas formas de arrendar:
Elige la que te haga más sentido y no olvides escribirla en el contrato. Si hay un plazo ponlo de la forma más clara posible.
Dicen que es de mala educación hablar de plata, pero en esto lo mejor es ser claro:
El contrato debe tener toda la información del precio del arriendo. Es muy probable que se acuerde un reajuste regular de ese valor, si es así agrega los detalles de cada cuánto y cómo.
Recuerda dejar por escrito cómo se pagará el arriendo. Ya sea transferencia, cheques o con monedas de $10, es importantísimo dejarlo claro para evitar malentendidos a futuro.
La garantía es otro aspecto a incluir sí o sí. Puede que todo el proceso de arriendo funcione perfecto, pero al dejar la propiedad todo se transforme en una disputa por la devolución (o no) de la garantía.
Datos clave para evitar problemas con la garantía:
Puedes incluir en el contrato otras cláusulas que ambas partes acuerden.
Entre los “extras” más comunes están:
En muchos casos se agrega en el contrato el tipo de uso que se le dará a la propiedad. Cuando se arrienda un departamento para que otros vivan en él se denomina uso habitacional.
Sabemos que nadie quiere destinar su tiempo a hacer fila en una notaría. Sin embargo, es un paso importante porque así se valida el texto: el notario es el encargado de asegurar que quienes firmaron son realmente quienes dicen ser y que están en capacidad de adquirir los compromisos detallados.
¿Sabes quién suele tener la tarea de notarizar -sí, ese verbo existe- y pagar la inscripción del contrato? Redoble de tambores… aunque no hay una normativa al respecto, en Chile es costumbre que sea el arrendatario.
Ojo, porque la firma electrónica avanzada otorga el mismo reconocimiento, protección y valor al contrato que ir al notario, así que no es necesario acudir presencialmente a ese lugar a validar el documento. Es una de las herramientas que utilizamos en Assetplan.
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