¿Leíste El Principito? Si lo leíste o viste alguna adaptación seguro recuerdas la reflexión del rey en su planeta:
“-Si yo le diera a un general la orden de volar de flor en flor como una mariposa, o de escribir una tragedia, o de transformarse en ave marina y el general no ejecutase la orden recibida ¿de quién sería la culpa, mía o de él?”.
Muy bien, si tu contrato de arriendo exige que ambas partes vuelen de flor en flor como una mariposa, o escriban una tragedia o se transformen en ave marina, ¿crees que podrías hacer valer dicho acuerdo ante un juez?
Sorpresa: no, lo más probable es que no podrías.
Un contrato de arrendamiento es un acuerdo escrito que tiene ciertos límites, por eso revisaremos rápidamente qué puedes incluir en él y qué no.
Qué poner sí o sí
Como te hemos contado en otros artículos de nuestro blog, es muy importante que el contrato especifique todo de la forma más precisa posible.
Esto incluye identificar al propietario y arrendatario, describir la propiedad que será usada temporalmente, el pago que se dará a cambio de esa utilización y una serie de otros detalles.
¿Qué incluir en un contrato de arriendo?
- Nombre completo, rut y dirección del propietario, arrendatario y -de haberlo- aval.
- Dirección y descripción de la propiedad a arrendar.
- Definición del tiempo y forma de renovación del contrato.
- Monto de dinero por la renta y forma de reajuste, si lo acuerdan.
- Monto de la garantía y condiciones de devolución.
Básicamente no se puede incluir nada contrario a las leyes.
Si pones algo que esté dentro del marco legal, pero abusivo o sin sentido o etc, existe la posibilidad (no la certeza) de que ante un juez se invalide dicho punto.
Si quieres incluir estas cosas… vuelve a evaluarlo
Como podrás imaginar, en el contrato de arriendo debe quedar fuera cualquier acuerdo que sea contrario a la ley.
Sí, se trata de un documento que formaliza las condiciones acordadas por las partes, pero siempre -siempre- está supeditado a acuerdos mucho mayores: las leyes del país en que estás firmando.
En segundo lugar, ten en cuenta que un contrato de arrendamiento tiene cierta “naturaleza”.
Se llama “de arriendo”, no “de cocina” o “de baile”. Intenta dejar la cocina, el baile y otros aspectos que no sean relevantes para el arriendo fuera de él.